Los cables expuestos o en mal estado. Tu cuerpo es conductor de electricidad. Al entrar en contacto con estos cables es posible que recibas una descarga.

Instalaciones eléctricas furtivas o que no cumplen con los estándares requeridos de seguridad. En la cocina y los baños los tomacorrientes deben estar por lo menos a un metro de distancia de las tomas de agua, por ejemplo.

Tirar por el cable y no por el cabezal al momento de desenchufar el aparato eléctrico o prolongador.

Hacer uso de extensiones eléctricas de forma permanente. Prolongadores y adaptadores se recomiendan utilizar de forma provisoria.

Arreglar electrodomésticos, cableados, portalámparas o tomacorrientes sin desenchufar o sin cortar el suministro de energía eléctrica.

Dejar extensiones eléctricas o cables en zonas húmedas, cerca de cortinas, alfombras o cualquier otro objeto que pueda prenderse en llamas de forma rápida.

No desenchufar los electrodomésticos, como batidoras, licuadoras o cafeteras cuando no están en uso o en presencia de una tormenta eléctrica.

Usar equipos eléctricos mientras estás mojado o descalzo sobre un suelo húmedo, así como darte un baño con algún electrodoméstico, una planchita, una secadora o radio que esté enchufado cerca a la ducha o bañadera.

Enchufes desprovistos de protección en casas en las que habitan niños.

Sobrecargar el circuito eléctrico al conectar varios electrodomésticos de alta potencia en un mismo punto. Por lo general, a una misma toma eléctrica.